Cada vez son más los consumidores que optan por comprar en internet ya que la oferta en la red es casi inabarcable. Lamentablemente, algunas personas son engañadas o no acaban satisfechas con sus compras online. Conviene tener presente algunas pautas para reducir al mínimo los riesgos.
- Infórmese sobre la empresa titular de la página web, su domicilio social o los datos de contacto. Puede venir bien buscar referencias o comentarios en otras páginas de internet, como punto de partida. Sepa que si la compañía está situada en el extranjero puede dificultar cualquier reclamación posterior.
- Busque, lea detenidamente y guarde las condiciones generales de contratación de la web. En ellas pueden constar cuestiones muy importantes.
- Conserve la publicidad o cualquier otra promoción del producto con todas sus condiciones.
- Recabe la información y descripción más detallada y concreta posible del producto que se va a adquirir, incluyendo fotografías, si es posible. También puede ayudar ir guardando “pantallazos” de las diferentes fases de la compra.
- Es fundamental tener un documento que muestre quién es el vendedor, quién el comprador, el objeto de compra y el precio a pagar.
- Utilice una forma de pago segura. Si es posible, hágalo contra reembolso una vez comprobado que el producto recibido es correcto. Exija y guarde los justificantes de pago.
- Dé solo los datos imprescindibles para efectuar la compra y no lo haga si aún no ha podido comprobar la fiabilidad de la página web.
- Conserve toda la documentación.
- Si la ofertas es llamativamente económica o beneficiosa para el consumidor, sospeche y redoble las precauciones.
- En compras dentro de la Unión Europea, tiene catorce días para echar atrás la compra desde que la recibe. Debe comunicarlo de forma fehaciente a la empresa.
- Si va a comprar a un particular, conviene que haya una empresa que respalde la operación, para evitar posibles estafas.